BBC.- La comunidad indígena del país sudamericano comenzó una jornada de protestas el lunes para exigir al gobierno de Guillermo Lasso reformas sociales y económicas, en el marco de una economía golpeada por la inflación y el desempleo.
Las manifestaciones se concentraron en la región norteña de Pichincha, que incluye a la capital, Quito, y los vecinos Cotopaxi e Imbabura. Pero en la mayoría de las 24 provincias ecuatorianas ha habido algún tipo de movilización.
A los grupos indígenas se han unido estudiantes y trabajadores, así como otras organizaciones sociales.
Como respuesta, Lasso decretó el viernes en la noche el estado de excepción por 30 días en las tres regiones más afectadas.
«Estoy comprometido con la defensa de nuestra capital y nuestro país», dijo el mandatario en televisión.
Al tiempo, informó que concederá varias exigencias de los grupos indígenas, que estos rápidamente calificaron de «insuficientes».
Con el decreto, el Estado restringe el libre tránsito y permite que las autoridades implementen el uso «progresivo de la fuerza» para «neutralizar las acciones violentas».
Los grupos indígenas desafiaron el estado de excepción y este sábado anunciaron que las protestas eran de carácter «indefinido», mientras se organizaban para dirigirse a la capital ecuatoriana.
A continuación te explicamos el conflicto en tres puntos:
1. ¿Quiénes protestan?
Las protestas de esta semana fueron convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), un grupo creado en 1986 y que aglutina a las poblaciones originarias del país sudamericano.
El líder del movimiento, Leonidas Iza, fue uno de los protagonistas de las manifestaciones, pero el martes fue detenido por las autoridades por presuntamente paralizar el transporte público al bloquear una vía y exhortar a que se radicalizaran las protestas.
Iza, de 40 años, comenzó a dirigir la Conaie en 2021, pero se forjó como líder durante las protestas de 2019, cuando organizaba grupos campesinos para que se manifestaran en contra del alza del combustible luego de varias medidas impuestas por el gobierno del entonces presidente Lenín Moreno.
Este sábado pidió a Lasso que escuche los reclamos de quienes protestan y le sugirió «tener cinco sentidos para entender la realidad de la mayoría del pueblo ecuatoriano». «Estamos viviendo absolutamente en la crisis y (…) no soportamos más», dijo.
De acuerdo con medios locales, además de la Conaie se unieron a las manifestaciones gremios de trabajadores y estudiantes universitarios.
2. ¿Cuáles son los reclamos?
Uno de los principales reclamos de los manifestantes es el control de precios del combustible.
El costo de estos productos ha aumentado considerablemente desde 2020.
El precio del diésel casi se duplicó, de US$1 a US$1,90 por galón (3,8 litros), y la gasolina aumentó de US$1,75 a US$2,55, según estimaciones de la agencia AFP.
En las protestas también se pide la protección de los territorios indígenas, así como el aumento del gasto público en áreas medulares del gobierno.
La Conaie detalló sus exigencias en diez puntos con una infografía publicada en su cuenta de Twitter el 9 de junio. Estas son:
- Reducir los precios del combustible;
- Fijar una moratoria de un año en el sistema financiero para que las familias paguen sus deudas;
- Garantizar el empleo y los derechos laborales;
- Que haya precios justos en los productos del campo;
- No explotar la minería en los territorios indígenas;
- Respetar los derechos colectivos;
- No privatizar los servicios estratégicos;
- Desarrollar políticas para controlar la especulación en los precios;
- Otorgar mayor presupuesto para salud y educación;
- Adoptar medidas para mejorar la seguridad.
3. ¿Cómo respondió el gobierno?
En un intento por calmar las manifestaciones, Lasso anunció el viernes un pequeño aumento en el subsidio mensual para las familias más pobres de Ecuador.
El valor del bono de desarrollo humano subirá de US$50 a US$55.
Además, la agencia Efe informó que su gobierno condonará créditos vencidos de hasta US$3.000 en el banco estatal de desarrollo y que subsidiará a pequeños y medianos agricultores con la mitad del costo de fertilizantes.
De la misma forma, el presidente declaró un estado de emergencia para el sistema de salud pública del país y prometió duplicar el presupuesto de la educación intercultural para las comunidades indígenas.
También abrió créditos de hasta US$5.000 para los agricultores al 1% de interés y a 30 años de plazo.
Lasso no habló sobre el precio del combustible, tampoco sobre los presupuestos de educación y salud ni sobre los derechos laborales.