Después de permanecer 1 645 días recluido, el exvicepresidente Jorge Glas recuperó su libertad. Lo hizo este domingo 10 de abril del 2022 después de que el juez Javier Moscoso, de la Unidad Judicial Multicompetente, con sede en la parroquia Manglaralto del cantón Santa Elena, le concediera el hábeas corpus.
Glas abandonó el centro penitenciario en medio aplausos y gritos de sus partidarios. Salió caminando, luciendo un terno de color azul oscuro y camisa blanca. Tenía una especie de arete -redondo y circular- en su oreja izquierda. Estaba perfectamente afeitado.
Caminó alrededor de 300 metros para saludar y tomarse fotos con sus seguidores. Luego se subió a un carro de color plateado, marca Toyota Forturner, que lo esperaba en la avenida, desde donde se puede ver el centro carcelario.
Los partidarios en los exteriores
Alrededor de 200 personas se congregaron en los exteriores de ese centro penitenciario con banderas tricolores y pancartas con la imagen de Rafael Correa y Jorge Glas. Entre ellos Virgilio Hernández, quien se mostró complacido con la resolución del juez. Empezaron a llegar a las 07:00. El desfile de seguidores continuó hasta la salida de Glas.
Un hombre era el encargado de arengar a la gente. Vestía una camiseta blanca y una gorra verde con una estrella roja en el centro, y gritaba: “Libertad, libertad para Jorge Glas. Más alto, más fuerte. Glas inocente”.
A su lado caminaba una mujer con un atuendo azul y rojo, con unos detalles amarillos a la altura de la cintura, muy parecido al que el libertador Simón Bolívar luce en sus múltiples retratos. “Soy Manuela”, dijo. Tenía además una bandera tricolor y una espada de madera. También gritaba: “Libertad para Jorge Glas”.
Tras la salida de Glas, los seguidores lo acompañaron en una caravana. En ese grupo estuvieron personas de diferentes edades, incluidos adultos mayores. Un par de ellos derramaron lágrimas de la emoción. Según dijeron esperaron mucho tiempo por este momento.
Las condenas
La primera condena que cumplía Glas era de seis años de prisión por el delito de asociación ilícita por la trama de corrupción de Odebrecht. La otra era de ocho años por cohecho en el caso Sobornos. Esas penas estaban ejecutoriadas.
Glas también tiene una condena de ocho años por peculado en el caso Singue, pero aún no está en firme.
El hábeas corpus concedido al exvicepresidente Jorge Glas desató un intenso debate en Ecuador. Mientras, el Gobierno anunció que apelará la disposición judicial.
A la espera de que se ejecute este fallo, simpatizantes y líderes de la Revolución Ciudadana se trasladaron desde la madrugada de este domingo 10 de abril hasta la cárcel de Latacunga, donde Glas cumple una pena de 8 años por los casos Odebrecht y Sobornos.
Acciones del Ejecutivo
Cerca de la medianoche del sábado, la secretaría de Comunicación de Carondelet emitió un escueto comunicado. Allí aseguró que: “por orden de la Presidencia de la República y del Ministerio de Gobierno, el Servicio Nacional de Atención a Privados de la Libertad (Snai) apelará la decisión del juez de Manglaralto“.
El texto evidenció discrepancias con otro pronunciamiento del Snai, donde esta institución aseguró que “este Servicio, como órgano ejecutor dentro de los centros de privación de libertad -y en estricto respeto a la independencia de funciones- acata la medida judicial relacionada al privado de libertad, J. Glas”.
En jurisdicción diferente
El hecho de que este recurso fuese otorgado por David Moscoso, juez de la unidad judicial multicompetente con sede en la parroquia de Manglaralto, en Santa Elena, en una provincia distinta a donde Glas está recluido, genera debate entre juristas.
El artículo 44 numeral 1 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional precisa que este tipo de recursos “se presenta ante el Juez del lugar donde se encuentra privado de la libertad”.
Una sentencia sobre esta materia emitida el 24 de marzo del 2021 por la Corte Constitucional estipula que “cuando se desconozca el lugar de privación de la libertad se podrá presentar la acción ante el juez del domicilio del accionante”.
“Glas tiene 2 sentencias ejecutoriadas y todo el Ecuador sabe que está preso en Latacunga. Menos los que presentaron el Hábeas Corpus en Manglaralto y el juez que lo concedió (…). Glas jamás tuvo su residencia en Santa Elena”, señaló Ramiro García, expresidente del Colegio de Abogados.
El también abogado Ricardo Noboa sostuvo que “no existe el hábeas corpus contra sentencias ejecutoriadas. La pre Libertad es una cosa. El hábeas corpus es otra. El Ministro de Gobierno debe oficiar al centro de detención donde está Glas para que no acaten semejante violación a la ley”.
Sí hay precedentes
El jurista Carlos Poveda aseguró que sí cabe este recurso en caso de sentencias ejecutoriadas. “Es más, la Corte Nacional de Justicia y la misma Corte Constitucional han decidido conceder, a través de hábeas corpus, regímenes privativos o de cumplimiento de penas diferentes a encarcelamiento, por ejemplo, arresto domiciliario en personas mayores a 65 años, inclusive el correctivo se dio en los amotinamientos del anterior año para mejorar las condiciones de privación de la libertad”.
Poveda señaló que se deberá establecer en dónde se encontraba Glas al momento de solicitar este recurso. Su defensa adujo que él ya ha cumplido el 60% de su pena y, además, atraviesa algunas complicaciones de salud.
El constitucionalista Emilio Suárez tuiteó que “hay que revisar la demanda y la sentencia. Si es que es cierto que fue concedida, es de inmediato cumplimiento sin perjuicio de apelación”.
La Judicatura aclaró que no puede iniciar un procedimiento disciplinario contra el juez que otorgó el hábeas corpus a Jorge Glas. Además, recalcó que “respetará el principio de independencia interna”.