El Universo
Las tareas de búsqueda y rescate en Alausí son complejas. Casi 48 horas después del deslave, la cifra de desaparecidos sigue siendo alta: 67.
Más de 300 bomberos están desplegados en las tareas de rescate. Las manos parecen insuficientes en medio de tanta desesperación.
Las familias de los desaparecidos lloran. Unos con sus propias palas y picos tratan de buscar a sus parientes.
Pero el trabajo es complejo. Hay unos 50 millones de metros cúbitos de tierra y piedras que sepultaron casas. El deslizamiento borró extensas áreas donde había casas.
En la zona del desastre hay 163 casas afectadas. Muchas quedaron debajo de tierra. Los bomberos han estimado que unas están 20 metros bajo la tierra, lo que equivaldría a un edificio de cuatro o cinco pisos.
La zona afectada por el derrumbe cubre unas 250 hectáreas, calculan los bomberos.
Según el último reporte de la Secretaría de Gestión de Riesgos, hay 11 personas fallecidas. La cifra apenas se movió en las últimas horas, pues hasta el mediodía había ocho cuerpos identificados.
En Alausí hay cierta desazón. Hay quienes creen que se pudo realizar algo más para tratar de evacuar a la gente. Había una alerta amarilla desde febrero, pero hay quienes consideran que se pudo emitir una alerta naranja para tratar de sacar a la gente con apoyo de las autoridades.
Cristian Torres, secretario de Riesgos, dijo esta mañana que el viernes, sábado y domingo se habían realizado evacuaciones y por ello muchas personas salieron.
Ya desde diciembre, en la zona se habían detectado grietas y deslizamientos.
Torres indicó esta mañana en Ecuavisa que el apego a la tierra, a las pertenecencias, son factores que inciden para que no todos quieran salir.
El funcionario dijo que a través de la zona dieron apoyo al Municipio para hacer la evacuación, dando ayuda, albergues.
