“Un escenario de guerra” y “el peor desastre natural de la historia de Porto Alegre”. Con estas determinantes frases, la prensa de Brasil catalogó la lamentable situación sucedidas en el sur del país amazónico tras generarse devastadoras inundaciones en los últimos días que han causado hasta los momentos, 78 muertes y más de 100 desaparecidos, cifras que, indudablemente, aumentarán con el transcurrir de las horas.
Las autoridades brasileña informaron en su último balance que las inundaciones arrasaron con pueblos y afectó hasta barrios enteros de Porto Alegre, la capital de Río Grande do Sul, causando que más de 115.000 personas tengan que ser desalojados y trasladados a varios refugios públicos.
Además, más de 3.000 personas, entre militares, bomberos y brigadistas que trabajan en el rescate de pobladores, quedaron aislados sin suministros básicos como agua o energía eléctrica.
Históricas inundaciones
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, viajó este domingo a Rio Grande do Sul, y sobrevoló las poblaciones afectadas para evaluar la situación y desarrollar estrategias que ayuden a mejorar la problemática. Entre las primeras medidas, el Gobierno desplegó a un millar de militares en apoyo al Ejecutivo regional.
“Es un escenario de guerra y tendrá que tener un tratamiento también de posguerra”, indicó el gobernador del estado, Eduardo Leite, en una breve rueda de prensa llevada a cabo este domingo 5 de mayo, cuando se generó la presencia del presidente brasileño. “El gobierno federal agilizará la entrega de todos los recursos necesarios para la reconstrucción”, prometió Lula.
El nivel del río Guaíba, cuyas aguas inundó el centro histórico de Porto Alegre, una ciudad de 1,3 millones de habitantes, volvió a crecer la mañana de este domingo hasta 5,33 centímetros, su mayor marca de la historia por encima del récord de 4,76 metros registrado durante las inundaciones en 1941.